Floreal Gorini, 2002.
A partir de su creación, el IMFC realizó una intensa labor promocional, cuyo fruto fue la constitución de más de 800 cajas de crédito cooperativas en el período de 1958 y 1966.
Estas nuevas entidades, organizadas con un profundo sentido federalista e integrada por pequeños y medianos comerciantes, industriales, cuentapropistas, profesionales y trabajadores, se asentaron en barrios y ciudades de todo el país. Una de las razones de su florecimiento, en tan corto plazo, fue que salieron al encuentro de la necesidad de asistencia crediticia por parte de los sectores medios, cuya demanda de financiamiento no era considerada en términos adecuados por la banca lucrativa tradicional.
Luego de 1966, a raíz de la ruptura del orden constitucional provocada por un golpe de Estado militar, las cajas de crédito cooperativas reciben el impacto negativo de una política persecutoria que generó la caída de más del 50% de las entidades existentes. Como consecuencia de ello, del total de casi 1.000 cajas de crédito que existían, sobrevivieron 450.
Durante ese lapso, el IMFC impulsó la integración del sector y la búsqueda de nuevos servicios, destinados a satisfacer las necesidades de los asociados y a preservar la existencia del movimiento. Con posterioridad, luego de un nuevo golpe cívicomilitar perpetrado el 24 de marzo de 1976, se impuso una importante reforma del sistema financiero que, en principio, negaba la posibilidad de funcionar a las entidades bancarias bajo la forma cooperativa. Al mismo tiempo, limitaba drásticamente la operatoria de las cooperativas crediticias. En esas circunstancias, el Instituto Movilizador lideró un proceso muy difícil, destinado a modificar la legislación emanada de la dictadura. Para ello recurrió al apoyo solidario de miles de asociados e instituciones de bien público, que manifestaron su respaldo a la cooperación mediante solicitadas publicadas en el diario Clarín, a razón de cuatro páginas de firmas por día durante una semana. Esta acción y la inmensa cantidad de telegramas cursados al ministro de Economía de entonces, permitieron que en la legislación se incluyera
a la forma jurídica cooperativa para la constitución de bancos comerciales.
Luego de obtener ese logro, el Instituto impulsó la integración de las cajas de crédito para reunir los capitales mínimos a fin de constituir bancos cooperativos. Esta tarea permitió que, entre 1977 y 1979, se crearan 76 nuevos bancos cooperativos, los cuales llegaron a totalizar 85 entidades bancarias de esa naturaleza. Luego de la etapa donde hubo una fuerte concentración y extranjerización de la economía argentina (y particularmente de su Sistema Financiero), sólo queda un banco cooperativo en nuestro país que es el Banco Credicoop Coop. Ltdo., fundado por iniciativa del IMFC el 19 de marzo de 1979, ubicado en el ranking bancario de nuestro país como el primer banco privado nacional de capital 100% nacional y el de mayor envergadura como banco cooperativo de toda América Latina.
El IMFC incluye en su padrón societario un grupo de cooperativas de otras ramas, entre las que podemos nombrar las de servicios públicos, las de trabajo, de servicios médicos y los de recreación y turismo, entre otros.
El Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos participa activamente de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) desde 1974, año en que fue aprobada su solicitud de asociación. Años más tarde, a fines de 1990, el Instituto promueve la constitución del Comité Regional Bancario de la ACI para América Latina.
MISIÓN
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